jueves, agosto 28, 2008

Punk cubano en cana por las dudas




Esto sucede hoy día en la "Isla Revolucionaria"


Mensaje de Porno Para Ricardo

El cantante de la banda punk rock cubana Gorki Águila Carrasco fue detenido el lunes 25 de agosto por la mañana para ser juzgado por peligrosidad sin cargos contra él. A nadie se le ha permitido ver a nuestro compañero de música y hermano Gorki.

Águila fue detenido sin informársele el motivo, unas horas después su padre Luis Águila supo que en tres días le iban a celebrar un juicio por peligrosidad ciudadana o conducta predelictiva. Para los que no conocen este término, se trata de una ley que permite sancionar a personas a condenas de uno a cuatro años basándose solamente en la convicción policial de que es un potencial delictivo.

Aun tratándose de una ley injusta, no existe razón alguna para considerar a Gorki una persona peligrosa en ningún sentido.Gorki Águila trabaja cuarenta horas semanales en un taller estatal, nunca ha robado ni atentado contra alguien y cuida de su hija de 12 años con devoción.

Gorki fue condenado cuatro años a prisión con anterioridad bajo cargos falsos de los que cumplió dos. Luego de salir en libertad condicional continuó su trabajo musical y las letras de Porno Para Ricardo se volvieron más críticas e irreverentes. Esto no fue tolerado por las autoridades que comenzaron un largo período de acoso policial que finalizó con su actual arresto y próximo juicio utilizando la justificación de una inexistente peligrosidad ciudadana.
Gorki Águila está a punto de ser sentenciado en un juicio, y el motivo real es que expresa en sus canciones su inconformidad con el sistema político cubano en pleno y justo derecho de sus libertades como ser humano.

Invitamos a todas las personas que quieran ayudar a Gorki a escribir a este correo para pedir al gobierno su liberación:

webmaster@one.gob.cuEsta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesitas tener Javascript activado para poder verla

Gracias!

Ciro Javier Díaz Penedo (guitarra)

Hebert Luis Domínguez Brito (bajo)

Reanay Kayrús Pérez (batería)

martes, agosto 26, 2008

Soy reaccionario


Soy reaccionario. Al fin me di cuenta. Reacciono a muchas cosas. Reacciono al exceso de retórica referida a Patria, Pueblo, Distribución de la Riqueza y Solidaridad. Me parece que encubre algo agazapado y siniestro, algo que puede acabar en un GULAG o en algo más leve pero persistente como un falangismo, un Lider que nos salvará del Imperio o un Partido omnisciente.
Soy reaccionario, también, a cierta antitética antidoctrina, aquella que dice que no hay valores universales y que esta tan mal poner amonestaciones en el secundario como hacer ablación del clítoris en Sudán, o que está tan bien la libertad como la tiranía, depende, viste?
Soy profundamente reaccionario a las ideas de, por ejemplo, el Padre Boff, castrista y ecologista brasileño, que propone dejar de producir, negarse al consumo y solo nutrirse con algo de arroz y taparse con alguna tela. Si los emprendedores del siglo 13, los que rompieron el monopolio del poder del Obispo y el Señor, hubieran seguido a este Guru, aun moririamos a los 40 años, como en la Edad Media.
Soy muy reaccionario, también, en lo que se refiere a la familia. Creo que es bueno tener papá y mamá y hermanos, que aun no se descubrió nada mejor para hominizar a un niño, transformarlo en persona. Papá-Papá, Mamá-Mamá, Papá-Mamá-Mamá, Familia comunitaria, Guarderías estatales o del Kibbutz: todos esos inventos han fracasado. Ponen contentos a sus creadores pero engendran gente incompleta o con serios problemas de identidad. ´
No hablemos de Arte. Me gusta Picasso, pero más me emociona la bella sonrisa de la Chica de la Perla, de Vermeer(la hermosa niña que encabeza este artículo). Un atraso, realmente. Amo la creatividad en música y plástica, cine o literatura, pero me tienen que contar una historia, tienen que servirme para acceder a un nuevo conocimiento, a una experiencia significativa. Tal como esas aventuras que uno leía de chico: te llenaban el alma de sentimientos y de ideas. Un arte para solaz del autista-artista- audaz no me interesa. No me interesa gente tan soberbia que no sienta necesidad de comunicarse con otros.
Soy entonces un reaccionario.
Creo que en los dos últimos siglos se ha decretado el fin de la regla, se ha premiado la osadía y la audacia en nombre de la Libertad. Pero la Libertad es nada sin sistema, sin entorno, sin normas, sin límites, sin autoridad, sin moral, sin escrúpulos. Se transforma en juego caprichoso que se consume a sí mismo.
Soy reaccionario, porque aun creo que el individuo es único y que está por encima de la clase, la nación, el movimiento, el destino nacional, la soberanía. Creo que solo individuos libres crean felicidad, que el Estado es una coartada que lleva siempre a la Dictadura, una excepción que debería ser rigurosamente vigilada para que cumpla algunas funciones básicas, pero que no se arrogue el derecho de representar a los ciudadanos, que no encarne destinos o fines para los que nunca nadie le dio autoridad. Que sea como un administrador de consorcio: un empleado necesario pero no imprescindible, propenso a la coima y por eso vigilado de cerca por los consorcistas.
En fin, que creo que no tengo cura: soy y seguiré siendo un reaccionario.

domingo, agosto 17, 2008

dialectica

Una de las peores herencias de la dialéctica hegeliano-marxista es la convicción de que todo sucede “dentro” de los sistemas: son las contradicciones “internas” de los sistemas los que provocan su radical transformación. Las tensiones entre esclavos y amos, o entre siervos y señores, o entre burgueses y proletarios son las que explican el devenir histórico. No niega el marxismo que sobre esta trama central de la historia se desarrollen otras sub-tramas, tales como las rebeliones nacionalistas, pero – a la manera de un guión de cine- hay una única historia central y esa es, siempre, una historia de contradicciones internas al sistema.

Henry Pirenne tuvo la osadía de demostrar que la caída del imperio romano, estrictamente, no sucedió bajo la presión de los bárbaros. Estos lo que querían, más que destruir el Imperio era apropiarse de él: de la civilización, las comodidades urbanas, la cultura y el arte romanos.

Lo que demuestra Pirenne es que la verdadera caída del occidente europeo se produce por la invasión musulmana que cierra el comercio marítimo. Con un Mediterráneo bloqueado, la Europa se cierra en sí misma, el comercio desaparece y llega el feudalismo como sistema de protección mutua, de lealtades personales, de pactos. La tierra comienza a ser el único bien valorado, desaparece el valor mueble, el dinero, los intercambios.

No hay ninguna rebelión de esclavos que produzca el feudalismo, ninguna contradicción interna hace estallar el sistema romano. Por el contrario es una irrupción externa al sistema la que lo colapsa. No son las tensiones entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción lo que produce el nuevo sistema de servidumbre feudal.

Es que el “factor externo” es impredecible en términos de “sistemas de interpretación de la historia”. Nadie podía prever ni explicar hacia el año 600, que en pocas décadas una nueva Fé, iluminada por un Profeta y su Libro, se expandiría desde la India hasta España, arrasando en pocos años, siglos de historia. Ese cataclismo no entra de ningún modo en el sistema marxista de interpretación de la Historia. Es una aberración que conviene ignorar. Y es ignorada por Marx y sus sucesores. Y no sería la única.

sábado, agosto 16, 2008

La claridad de Alan Greenspan

Durante 20 años Alan Greenspan manejó, desde la Reserva Federal, la mayor cantidad de información económica y financiera del mundo. Fue testigo privilegiado de la revolución de los mercados, la globalización, de la derrota final de las economías planificadas y ahora vuelca sus observaciones en el imprescindible libro "La era de la turbulencia". De su Introducción destaco acá los siguientes párrafos:

En mis años de formación, había aprendido a apreciar la elegancia teórica de los mercados competitivos. En las seis décadas transcurridas desde entonces, he aprendido a apreciar cómo funcionan (o a veces no) las teorías en el mundo real. En particular, he tenido el privilegio de haber interactuado con todos los actores clave de la política económica de la pasada generación y haber dispuesto de un acceso sin parangón a la información, tanto numérica como anecdótica, que medía las tendencias mundiales. Era inevitable que generalizase a partir de mis experiencias. Hacerlo me ha conducido a un aprecio más hondo si cabe de los mercados libres competitivos como fuerza benefactora. A decir verdad, más allá de unos pocos accidentes ambiguos, no se me ocurre ninguna circunstancia en que la expansión del Estado de derecho y la mejora de los derechos de propiedad no haya logrado aumentar la prosperidad material.
Pese a todo, impera un persistente y difundido cuestionamiento de la justicia del modo en que la competencia sin trabas distribuye sus beneficios. A lo largo de este libro reseño la continua ambivalencia de la gente hacia las fuerzas del mercado. La competencia es estresante porque los mercados competitivos crean ganadores y perdedores. Este libro intentará examinar las ramificaciones de la colisión entre una economía globalizada en rápido cambio y una naturaleza humana inmutable. El éxito económico del último cuarto de milenio es el resultado de esta lucha; también lo es la ansiedad que ha conllevado un cambio tan rápido.
Rara vez contemplamos de cerca la principal unidad operativa de sistema econòmico: el ser humano ¿ Qué somos? ¿ Qué parte de nuestra naturaleza es fija e inasequible a los cambios, y cuánta discreción y libre albedrío tenemos para actuar y aprender? Llevo a vueltas con esta pregunta desde que estuve en condiciones de formularla.
En mis viajes por todo el mundo durante casi seis décadas, he descubierto que la gente exhibe notables semejanzas que ningún esfuerzo de la imaginación puede achacar a la cultura, la historia, el lenguaje o el azar. Todas las personas parecen motivadas por un afán congénito de auto estima que en gran parte viene fomentado por la aprobación ajena. Ese afán determina buena parte de aquello en lo que los hogares gastan su dinero. También seguirá induciendo a la gente a trabajar en plantas y despachos codo con codo, aunque pronto dispongan de la capacidad técnica de contribuir desde el aislamiento vía ciberespacio. La gente posee una necesidad innata de interactuar con otras personas. Es algo esencial si pretendemos recibir su aprobación, que todos buscamos. El auténtico ermitaño es una infrecuente aberración. Lo que contribuye a la autoestima depende de la amplia gama de valores aprendidos o escogidos conscientemente que, según cada persona cree, con, acierto o no, mejoran su vida. No podemos funcionar sin un conjunto de valores que guíe la multitud de decisiones que debemos tomar todos los días. La necesidad de valores es congénita. Su contenido, no. Esa necesidad viene impulsada por un sentido moral innato que reside en todos nosotros, la base sobre la que una mayoría ha buscado la orientación de las numerosas religiones que los humanos han adoptado a lo largo de los milenios. Parte de ese código moral innato es un sentido de lo que es justo y apropiado. Todos tenemos distintas opiniones sobre lo que es justo, pero nadie puede evitar la necesidad congénita de emitir esos juicios. Esa necesidad congénita forma la base de las leyes que gobiernan toda sociedad. Es la base sobre la que responsabilizamos a las personas de sus acciones.
Los economistas no pueden evitar ser estudiosos de la naturaleza
humana, en especial de la euforia y el miedo. La euforia es una celebración de la vida. Tenemos que percibir la vida como algo placentero para desear sostenerla. Por desgracia, una oleada de euforia a veces provoca también que la gente sobrepase lo posible; cuando la realidad vuelve a imponerse, la exuberancia da paso al miedo. El miedo es una respuesta automática, que todos llevamos dentro, a las amenazas contra la más profunda de todas nuestras propensiones congénitas, nuestra voluntad de vivir. También constituye la base de muchas de nuestras respuestas económicas, la aversión al riesgo que limita nuestra disposición a invertir y comerciar, sobre todo lejos de casa, algo que, llevado aI extremo, nos induce a desconectamos de los mercados, lo que precipita un grave decaimiento de la actividad económica.
Un aspecto importante de la naturaleza humana -el nivel de inteligencia humana- tiene mucho que ver con nuestro éxito de cara a conseguir el sustento necesario para la supervivencia. Como señalo al final de este libro, en las economías con tecnología de vanguardia, las personas, de media, parecen incapaces de aumentar su rendimiento por hora a un ritmo superior al 3 por ciento anual durante un período prolongado. Al parecer se trata de la tasa máxima a la que la innovación humana puede adelantar los estándares de vida. Al parecer no somos lo bastante listos para hacerlo mejor.
El nuevo mundo en el que vivimos en el día de hoy está dando a muchos ciudadanos mucho que temer, incluido el desarraigo de numerosas fuentes de identidad y seguridad anteriormente estables. Donde más rápido es el cambio, las crecientes disparidades en la distribución de la renta suponen una preocupación clave. Se trata en verdad de una era de turbulencias, y sería imprudente e inmoral minimizar el coste humano de sus trastornos. A la luz de la creciente integración de la economía global, los ciudadanos del mundo afrontan una trascendente elección: abrazar los beneficios a escala mundial de los mercados y las sociedades abiertos que sacan a la gente de la pobreza y la hacen ascender por la escalera de las habilidades hasta una vida mejor y más plena, sin perder de vista las cuestiones fundamentales de la justicia; o rechazar la oportunidad y abrazar el regionalismo, el tribalismo, el populismo y en verdad todos los «ismos» a los que se acogen las comunidades cuando sus identidades se hallan bajo asedio y no pueden percibir una opción mejor. Nos esperan enormes obstáculos en las décadas venideras, y de nosotros depende si los superamos. En el caso de Estados Unidos, la apertura de nuestras fronteras a la mano de obra cualificada del mundo y la reforma de la educación deben ocupar un lugar destacado en la agenda política, como también la búsqueda de una solución para la crisis de la asistencia sanitaria Medicare que se cierne sobre nosotros. Son temas a los que regresaré al final del libro. Concluyo en el último capítulo que, a pesar de las muchas carencias de los seres humanos, no es casualidad que perseveremos y avancemos ante la adversidad. Está en nuestra naturaleza: algo que, a lo largo de los años, ha fortalecido mi optimismo respecto a nuestro futuro.

La claridad de Yoani

La mañana del 13 de agosto del 2001 encendí la radio bien temprano. Un locutor de voz engolada anunciaba “hoy es el cumpleaños de la Patria” y leía un panegírico interminable sobre el Máximo Líder. Acostada en la cama tuve el impulso de catapultarme a otra galaxia, de escaparme de esta Isla donde el aniversario de un nacimiento se ha convertido en fecha fundacional. Aquel día tomé la decisión de emigrar de mi país y once meses después me subí en un avión con destino a Europa.

Han pasado siete años de ese arranque. Estoy de ida y de vuelta, pero sigo escuchando frases similares a la dicha en aquella ocasión. Noto los mismos intentos de asociar el cuestionable accionar de un hombre con algo más imperecedero: la Nación. Lo que ha cambiado es que ese ridículo culto a la personalidad ya no me da ganas de escabullirme, sino de quedarme; no me genera confusión, más bien claridad en torno a lo que no debemos consentir. En el futuro, nadie debe ser confundido con la Patria. Las velitas de ningún cake de cumpleaños podrán ser sopladas en nombre de todos.


Del blog Generacion Y

sábado, agosto 09, 2008

Rusia ataca Georgia


La lluvia de proyectiles sobre Tsjinvali se intensificó a primeras horas de la tarde con la contraofensiva de las fuerzas rusas. El bombardeo redujo a escombros bloques de viviendas enteros, según testigos.

Muchas de las víctimas en Tsjinvali perdieron sus vidas al verse sorprendidas en medio del intercambio de proyectiles cuando trataban de huir. Oficiales del Ejército georgiano reconocieron que las fuerzas rusas tomaron Tsjinvali hoy por la tarde.


Donde están los bien pensantes, hoy, 1500 muertos en un día. Imaginemos por un momento que no Rusia, sino Israel hubiera lanzado un fulminante ataque sobre Cisjordania con centenarse de muertos. La paredes de las ciudades se llenarían de consignas como "Israel= Nazis", "haga patria, mate un israelí",se convocarían a actos de repudio, se lanzarían millones de emails de repudio a "los sionistas". Pero hoy , no. Hoy se trata de la Santa Rusia, patria del comunismo irredento, gran Imperio Postsocialista que se opone al occidente neoliberal y explotador. Cuidado con tocar a Rusia!

miércoles, agosto 06, 2008

La mentira

Artemio Lopez es a la medición de la Opinión Pública, como Moreno a la medición de la inflación: una mentira absoluta, la aplicación de la “razón de estado” a la rutina administrativa, la prostitución del número, la banalización del dato, la mentira estadística como una de las bellas artes…
Según López, la tormenta que sufrió la Presidenta ya pasó: la quiere un 53% - como en sus mejores épocas- y, lo que es aun mejor, Nestor retoma el viejo nivel del 62% de popularidad. O sea, todo fue un sueño, o una pesadilla: la gente por un par de meses olvidó la obligación de apoyar a su Presidenta, seducida por el canto de sirena de los medios golpistas y oligárquicos, pero gracias a una serie de inteligentes medidas de gobierno, la normalidad ha retornado. La gente apoya en un 70% la reestatización de Aerolíneas, la movilidad provisional en un 75%, un 59% de acuerdo con el cambio de Jefe de Gabinete. La popularidad de Nestor es del 62%, la de Scioli 50% . En cambio los opositotres como Macri (42%) o Binner (41%) son meros espectadores, lejos de las luces del éxito.
Artemio le ha escrito a la Presidenta un hermoso “Diario de Yrigoyen”, apropiado para calmar nerviosismos y seguir creyendo que las cosas son como ellos, los elegidos, han decidido que sean. Han ganado, pues. Virtualmente, que es lo que a ellos les importa. A ellos no les importa la verdadera inflación, la verdadera captación de inversion extranjera, el verdadero crecimiento de la economía, la verdadera baja de la pobreza, la verdadera calidad institucional, la verdadera popularidad del gobierno. Viven de las apariencias, el marketing, el engaño, la ocultacion, la mentira, el falseamiento, la exageración. Y lo peor es que se creen la fantasía que construyen.

INTERNET LIBRE

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