miércoles, abril 27, 2005

Señor Saramago:

Me gustaría lograr su simpatía. Ahora que usted ha declarado que “los judíos ya no merecen simpatía por lo que les pasó”, me pregunto cómo puedo hacer para lograr nuevamente su agrado. Qué puedo hacer señor Saramago. Me pregunto si mis hijas, medio judías ellas, tienen al menos la mitad de su simpatía. O si mi sobrina nieta, que solo tiene un 38 % de sangre judía merece o no su simpatía, Don Saramago. Que le digo a mi mamá, señor. Ella es 100% judía: 100% culpable, por lo tanto. Que mala eres mamá. Tu padre, ese socialista rumano, sastre, ya sabía yo que en algo raro andaba: era judío. Comía semillas de girasol, leía diarios en yiddish, no pronunciaba bien el español: era culpable. Pero, al menos, gozaba aún de la simpatía condicional de Saramago: estaba en los años de gracia, en los sesenta años de gracia que los judios consiguieron merced a los seis millones de muertos, desde 1940 al 2000. Cada millón de judíos asesinados sirvió para sumar diez años de crédito.
Pero se acabó el crédito: game over. Ya no merecemos su simpatía, má, ni la del resto de la Humanidad. Ahora lo dice un premio Nobel.

Sé que somos culpables, porque Usted dice: “YA no merecen simpatía, me agotaron, se me acabó la paciencia; en su momento, se la ganaron porque les pasó algo muy malo, pero no abusen de mi paciencia. YA no los soporto más, YA no merecen mi simpatía. Eran simpáticos porque fueron víctimas. Si no hubieran sido víctimas, no me serían simpáticos. Si quieren seguir gozando de mi simpatía, tienen que convertirse, nuevamente en víctimas. Así me gustan: tranquilos, amedentrados, sufrientes, pacientes, en fila hacia las duchas, así merecen mi simpatía. Ahora, en cambio, si son prepotentes, gritones, discuten, dicen malas palabras, tienen los odios de cualquiera, votan a horrorosos políticos de derecha; si son, simplemente humanos como los griegos, nigerianos, portugueses, los tucumanos o los iraquies: ahí ya se me acaba la simpatía.”

Sé que somos culpables, porque Ud.dice ”lo que les pasó” a los judíos. Es decir, a los judíos europeos de 1940 no le ”hicieron” algo terrible: algo les pasó, es decir, algo anónimo, un accidente quizás (pobre, le pasó de todo, le sucedió, tuvo un accidente, lo gasearon un poco, lo asesinaron levemente).”Algo”: no un plan premeditado, una solución final a un problema de dos mil años, abonada con miles de predicaciones dominicales, cientos de pogroms, expulsiones, discriminaciones, acusaciones, exclusiones, torturas bajo el potro de la Inquisición, humillaciones como el caso Dreyfus, durante veinte siglos, Señor Saramago.”Algo” les pasó: no tuvo obviamente nada que ver con el pueblo alemán, con alguna vieja inquina de los europeos, ni con una enfermedad de la Civilización. No,la matanza fue el extravío de un solitario loco, ayudado por el eficiente Eichmann. Sin que nadie lo supiera, de noche, en el sótano de alguna olvidada granja de Baviera, unos pocos locos mataron a seis millones de judíos (y un millón de gitanos, por añadidura).

Pero, eso es ya, Historia. Basta con esa historia:

“ los judíos arañan sin cesar su propia herida para que no deje de sangrar, para hacerla incurable, y la muestran al mundo como si se tratase de una bandera”(*)

El tema es, Sr. Saramago, que quiero su simpatía, la necesito. ¿Qué tengo que hacer?: por ejemplo declarar solemnemente que no soy sionista. Más aun, declarar que voy a luchar por que se termine el Estado de Israel. Luchar por todos los medios, incluso, por qué no, cometiendo actos heroicos, como volar un ómnibus lleno de familias, o un restorán repleto de oficinistas. Eso. Dígame don Saramago, que tengo que hacer. Usted que lo tiene todo tan claro, que desde su isla maravillosa observa los males del Mundo y cavila posibles soluciones. Necesito su respuesta. Me la puede mandar por email a estebancl@hotmail.com Gracias.

(*)Que malo es uno: podría cambiarse esta frase por- "Las madres de Plaza de Mayo arañan sin cesar su propia herida para que no deje de sangrar", con lo cual el empeño de "olvido" y "amnistía" que pregona Saramago para el Holocausto judío, justifica otros "olvidos", por ejemplo el de nuestro propio holocausto argentino...

sábado, abril 16, 2005

Google

Hay un cuento notable por lo anticipatorio. Recuerdo que decía algo así como

“ Todas las computadoras del mundo han sido conectadas en una enorme red universal que les permite compartir el conocimiento.
Es el acto inaugural y el Presidente del Gobierno Mundial tiene el derecho de hacer la primera pregunta al prodigio tecnológico.
Tímidamente, pregunta:
- ¿Existe Dios?
Una fracción de segundo demora la respuesta:
- Ahora, si “

Fecha : circa 1964, Revista Planeta , de Powels y Bergier, autor:...?

No sé si a Google se le dice “dios” en homenaje a este viejo y casi olvidado cuento, pero, como tantas veces, la literatura anticipa la realidad.
¿Cómo pudo alguien imaginar a principio de los sesenta , con tanta claridad, el portento de unir a todas las computadoras del mundo?¿ Como entrevió siquiera esa posibilidad?¿ Como supo que , de algún modo, se creaba una meta-mente, una supermente, un dios atiborrado de datos, información, conocimiento y, hasta posiblemente, sabiduría?

Quiero saber QUIEN escribió ese cuento. Se lo pregunto al Google pero, increíblemente, no lo sabe. No es infalible. No es Dios.

miércoles, abril 06, 2005

Crítica de la crítica de la crítica de la...

El “intelectual critico” se dedica a “detectar” el conflicto que subyace, el “complejo” , el “secreto oculto”, aquel que explica – demuestra la verdadera esencia de algo, más allá de la apariencia.
Dado que los totalitarismos son “ tan obviamente” perversos, no constituyen un blanco predilecto de la mirada del intelectual crítico. El “mercado” de ideas críticas se orienta, en cambio, hacia objetivos más difíciles, más alejados de lo obvio.Por ejemplo, la Democracia.
La Democracia -“falsa, formal, burguesa”- es el objeto preferido de la crítica sagaz y aguda. Demostrar que Suecia es un país autoritario, es el máximo logro académico de un intelectual crítico.
Mientras dos tercios de la Humanidad se revuelcan en dictaduras o en su contrario, la anarquía, los bien pagados y comidos intelectuales críticos se dedican a barrer sistemáticamente cada partícula de polvo que encuentran en las democracias de los países exitosos, aquellos en los que aun rige la alternancia en el poder; la justicia falla con independencia de los deseos de un presidente; hay prensa libre y partidos; y la policía no detiene, tortura y desaparece personas.

Este olvido de los intelectuales (“dejemos la fácil critica al totalitarismo y enfoquémonos en las hipocresías de la democracia capitalista”) ha generado , después de medio siglo, una ausencia tal de instrumentos de análisis sobre el fenómeno autoritario que no llama la atención su crecimiento en términos propagandísticos. Hoy se discute en foros “normales” de Internet, (es decir conformados por publico general, no por sectas derechistas) la libertad de los nazis de difundir sus ideas, la necesidad de proteger su derecho a expresión. Hoy es sujeto de natural comprensión el régimen Taliban o la locura Qaeda. Hoy nadie sabe quién fue Pol Pot y su hecatombe camboyana de dos millones de muertos en nombre del socialismo.
En cambio la hipocresía de las democracias, la manipulación por la prensa o los problemas de representatividad de las democracias son moneda corriente. Saramago, típico exponente de este pensamiento, junto con Chomsky o Petras, acaba de escribir su condena final a la democracia, condena festejada como un logro de la conciencia universal...Una conciencia que nos lleva derecho a la confluencia final entre pensamiento autoritario y posturas “progresistas”.Un casamiento ya anunciado y temido hace mucho por Rosa Luxemburgo, la ignorada y deslumbrante flor de la izquierda democrática:

"Cuando se elimina todo esto, ¿qué queda realmente? En lugar de los organismos representativos surgidos de elecciones populares generales, Lenin y Trotski implantaron los soviets como única representación verdadera de las masas trabajadoras. Pero con la represión de la vida política en el conjunto del país, la vida de los soviets también se deteriorará cada vez más. Sin elecciones generales, sin una irrestricta libertad de prensa y reunión, sin una libre lucha de opiniones, la vida muere en toda institución pública, se torna una mera apariencia de vida, en la que sólo queda la burocracia como elemento activo."

"La libertad sólo para los que apoyan al gobierno, sólo para los miembros de un partido (por numeroso que éste sea) no es libertad en absoluto. La libertad es siempre y exclusivamente libertad para el que piensa de manera diferente. No a causa de ningún concepto fanático de la "justicia", sino porque todo lo que es instructivo, totalizador y purificante en la libertad política depende de esta característica esencial, y su efectividad desaparece tan pronto como la "libertad" se convierte en un privilegio especial"


Ante la Checa leninista, el Gulag stalinista , el cinismo trotskista (el de : “Prefiero un fascista de izquierda que un demócrata de derecha”), frente al terror de la Revolución Cultural maoísta: ¿que hubiera pensado ella, Rosa? Siempre hacerse esa pregunta, no olvidarla.
Frente al populismo de balcón, de Coroneles que se creen del pueblo porque mentan la “oligarquía” y enriquecen a sus amigos al frente de las empresas del Estado; ¿que hubiera dicho Rosa?
Frente a guerrilleros rurales o urbanos, barbados o lampiños, foquistas o desenfocados, ¿qué hubiera dicho ella?
Frente a militantes nacionales y populares que se mataban a tiros y hoy se reúnen como amigotes a festejar aquellos viejos tiempos (por que eran perversos, por que los excitaba andar armados, por que les gustaba dar ordenes) ¿ que pensaría Rosa Luxemburgo?
Frente a fanáticos religiosos antiimperialistas que desprecian las vidas de la gente común, aplaudidos por revolucionarios de todo tipo ¿ que hubiera escrito ella?

No olvidarla. Fue una oportunidad única de la Historia que el mundo desperdició, ignorante.

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